El brandjacking positivo consiste en el aprovechamiento de segmentos de público que de forma inicial no estaban contemplados para que así se pueda realizar una apertura a un nuevo mercado.

Este público se acepta incluso permitiendo que ellos determinen la evolución y la configuración de la imagen de la marca. De esta forma, pueden modificar y resolver errores estratégicos, haciendo que la marca obtenga el posicionamiento ideal de forma natural. El brandjacking positivo ocurre cuando se respeta la identidad de la marca.

La credibilidad que ofrece una persona que actúa como testimonio espontáneo de cara al mercado, es muy beneficiosa para usarla como estrategia de marketing.