Cruz Novillo: un homenaje

Cuando los que formamos parte de Comuniza éramos unos niños ya estaba allí. Y estaba de una forma que comprendimos sólo años después. Los objetos que teníamos en casa, los anuncios que veíamos en la televisión, las marcas que aparecían en revistas. Había dos tipos de identidad visual: unas que aportaban una tremenda modernidad… y el resto.

Nosotros conocimos a Cruz Novillo más tarde, ya en la juventud. Pero había estado allí desde siempre. Algunos de nosotros somos fetichistas, que es una especie de Diógenes puesto de moda. Es el mal de guardar papeles, objetos y referencias. Hay mucho de este enorme diseñador en el sustrato visual de lo que nos gusta, de lo que pensamos, de lo que creemos. La fortuna nos depara un honor que no olvidaremos: esta semana compartimos escenario en una conferencia que impartiremos en Utrera (Sevilla).

Logotipos que marcaron una época

Hay quien dice que la infancia en los 70 y 80 eran Playmobil, Lego, ColaCao y Barrio Sésamo. También lo fueron las identidades míticas de decenas y decenas de instituciones. Lo contaba el bueno de Diego Areso en El País el otro día. Sus logotipos lavaron la cara de nuestro país. Suyos son, por ejemplo, cuatro identidades visuales que se mantienen tras las décadas: Correos (1977), PSOE (1977), Policía Nacional (1986) o Repsol (1996). Areso se atreve con una sentencia que compartimos: «puede ser considerado el diseñador gráfico español más importante del último medio siglo».

Su obra es de gran sencillez geométrica es ingente. Son cajas de Fósforos del Pirineo, carteles cinematográficos para La Colmena o La escopeta nacional. En definitiva, decenas de proyectos de identidad corporativa.

Para los que lo conocéis (es antológico el regalo que nos dejó hace unos años en el Blanc Festival) y para los que no: el libro que ha publicado Counter Print sobre sus seis décadas de trabajo es imprescindible en tu biblioteca. Y en tu vida.