El talento es uno de los bienes más preciados, y encontrarlo puede resultar una odisea. Un término cuyo significado va más allá de lo que concebimos (o concebíamos). En plena era digital, conseguir destacar entre la multitud y efimeridad marca la diferencia. Por eso, las empresas invierten más tiempo que nunca para dar con él. Porque contar con talento en nuestra plantilla es sinónimo de éxito.
Se dice que la reputación es la baza para captar nuevos clientes. Sin embargo, no es nuestro único propósito. La imagen que proyectamos influye directamente en todo aquel que trabaja con nosotros. Aquí es donde entra el employer branding, la marca como empleadora: nuestra mejor reclutadora.
¿Seguimos?
¿Qué es el employer branding?
¿A qué nos referimos con una marca que recluta? El significado de employer branding no deja de ser la marca como empleadora. ¿Qué imagen tiene tu marca a ojos de tus empleados? ¿Y de los que están por venir? Esta estrategia del branding nos da las respuestas.
El employer branding se encarga de mantener y potenciar una buena reputación para nuestra marca. No solo para las personas que ya trabajan con nosotros, sino también se encarga de despertar las ganas de nuestros futuros empleados, que deseen formar parte de nuestro equipo.
Todo por la búsqueda del mejor talento. Nuestro objetivo es posicionarnos, así logramos atraer a los mejores “match” para la marca. Aunque parece un tema que pertenece exclusivamente a las relaciones laborales, está mucho más cerca de la comunicación y marketing.
Descubrimos qué podemos aportar a los empleados. Si reflejamos de forma clara y concisa nuestra propuesta de valor, atraemos talento, y con él muchos candidatos. También, fidelizamos a todo aquel que trabaja con nosotros. Es por eso que la definición de employer branding explora estas dos facetas: la reputación de puertas para dentro y para fuera.
Nuestra identidad (para convertirnos en marca empleadora) se ve reflejada en toda nuestra actividad. Y más cuando los profesionales que quieren apostar por nosotros disponen de todos los medios para conocernos. No solo sirven las opiniones de gente que ha trabajado años atrás. Hoy en día, a través de las redes sociales, webs y todas las plataformas posibles, nuestros futuros empleados son conocedores de más de lo que creemos y saben de antemano si les interesa formar parte del equipo.
¿Existen más ventajas? Este es solo el primer paso de muchos para todo tipo de empresas.
¿Cuál es el origen del concepto “employer branding”?
¿De dónde surge esta idea de marca empleadora? Aunque la definición de employer branding nace oficialmente en los años 90, no es este el origen de su significado. El branding en un principio iba dirigido a los clientes; es lo que todos conocemos, ¿no? Sin embargo, hubo un punto de inflexión en el que los departamentos de Recursos Humanos empezaron a adoptar estrategias de marketing. Es aquí cuando se plantea qué opinan los posibles candidatos de la empresa, o qué impulsa a alguien a trabajar en tu compañía y no en otra. ¿Por qué los empleados deciden quedarse en sus puestos de trabajo?
Nos remontamos a 1960, Estados Unidos. Año cuando en un hospital dieron con el quid de la cuestión. Demostraron gracias a un estudio que el espacio y ambiente de trabajo influía directamente en conservar el mejor personal. Esto supuso el inicio de una preocupación por parte de las empresas en incorporar este tipo de prácticas, más enfocadas a los futuros candidatos y en cuidar la imagen de cara a sus trabajadores.
Hoy en día, este pensamiento está más presente que nunca en todo tipo de empresas, seas una compañía grande o pequeña.
¿Employer branding y marca personal son sinónimos?
Si el branding personal es la gestión de uno mismo como una marca (también cómo te perciben el resto de personas), no se aleja tanto de la definición de employer branding. Podríamos decir que la marca empleadora es la adaptación de la marca personal, pero en una compañía o centro de trabajo.
Gracias al personal branding, identificamos y comunicamos las características importantes de una persona, así como nuestros puntos débiles que debemos trabajar para ser relevantes en un entorno competitivo, saturado y cambiante. Trasladémoslo a una empresa, más allá de la marca global.
Cuidar nuestra marca empleadora no deja de ser cuidar nuestra personal, cambiando el contexto. Ya no eres tú como persona, sino como reclutadora y espacio en el que la gente trabaja. Tratamos a nuestros empleados como lo hacemos con nuestros clientes.
Primero, mira en tu interior: a tus empleados. ¿Están satisfechas las personas que trabajan contigo? Esa imagen que se genera en tus empleados es employer branding, que, al fin y al cabo, hace aumentar la productividad y rendimiento de todo el equipo (lo veremos en ejemplos). Después, mira hacia fuera: a tus candidatos (o aquellos futuros que no lo saben todavía). Cuida tus redes sociales, y tus procesos de selección.
Importancia de la marca empleadora
Entonces, ¿por qué el employer branding es algo que deberías tener en cuenta? Básicamente, si queremos ser competitivos y disponer del mejor talento en nuestro equipo. Aunque parezca una idea exclusiva para grandes empresas, no lo es. Contar con un equipo talentoso para las PYMES es la clave para conseguir éxito y sobrevivir a la actual transformación digital. También, los recursos son universales y conocidos por todo el mundo -las redes sociales-. Basta con un buen uso de estas plataformas para cuidar la imagen de tu compañía.
La información que compartimos hoy en día queda disponible para siempre (sin entrar en temas de la nube…). Al igual que hacemos lo posible para evitar aquellas malas reseñas de nuestro producto o servicio, hagamos lo mismo con la experiencia que ofrecemos a candidatos potenciales.
Todo está en internet. Cualquier desliz o error puede afectar a las personas que quieren trabajar contigo, simplemente buscando tu nombre antes de inscribirse en tu oferta de empleo o incluso justo antes de la entrevista (también preguntando directamente a alguno de tus empleados).
Si cuidamos todos estos detalles y tenemos todo bajo control, marcaremos la diferencia.
Factores del employer branding
Nuestro público objetivo lo tenemos claro, pero ¿sabemos cómo son nuestros candidatos ideales? ¿Qué les podemos aportar? Es importante conocer el perfil del talento que buscamos, así abordaremos nuestro employer branding desde el punto de vista perfecto. ¿A qué generación pertenece? ¿Qué factores prioriza a la hora de buscar trabajo? Estas preguntas nos ayudarán a plantearnos y comprender mejor las necesidades de nuestros empleados.
¿Tenemos buen trato con nuestros empleados?
El primer paso a seguir: tener una buena relación con tu equipo. Solo así proyectamos una buena imagen. Aparte de garantizar el mejor ambiente laboral posible. Prueba con incentivos hacia tus trabajadores, aquellos que motivan a seguir mejorando y crecer laboralmente. A veces, la recompensa va más allá de un ascenso o una mejora salarial. Tienes en tus manos el bienestar de tus empleados.
¿Le damos suficiente importancia al talento?
Trabajar para superarse: esa es la clave. Ofrece una formación continua a tus candidatos. No hay mejor incentivo que la posibilidad de crecer tanto personal como profesionalmente, con oportunidades para seguir en constante aprendizaje. El éxito de tu compañía se debe a cada una de las personas con las que trabajas; tu propuesta de valor es el talento de todos. Impulsa a encontrar propósitos, a dar rienda suelta a la creatividad y a nunca dejar de lado la motivación.
¿Somos transparentes?
No nos centramos exclusivamente en la imagen “superficial” que se proyecta cuando hablamos de marca empleadora.
Simplemente, sé transparente. La honestidad entre tus empleados es el mejor de los valores. Prueba con establecer una comunicación fluida; déjate sorprender con las opiniones y puntos de vista de quienes te rodean. Pregunta a tu entorno qué significa trabajar para tu empresa: una excelente carta de presentación para futuros candidatos. El employer branding se basa en mostrar quién eres, cuál es tu forma de trabajar y de cuidar el talento.
¿Potencias el uso de redes sociales?
Las redes sociales son un factor crucial del employer branding: nuestro mayor aliado. Son el mejor espacio para mostrarte tal y como es tu empresa, cuáles son sus valores. La ocasión perfecta para ser real y transparente. ¿Cómo es el día a día en tu lugar de trabajo? ¿Cómo son tus empleados? Súmate a la conversación, genera engagement. Al fin y al cabo, todo el contenido que publicas afecta directamente a tus empleados y a futuros candidatos, que se basarán en tus redes sociales para considerar tu oferta.
Cómo crear una estrategia de employer branding para retener talento
01 Definimos nuestra propuesta de valor
¿Qué tienes para ofrecer? Impulsa una propuesta de valor para tus empleados. El elemento que hará diferenciarte de los demás. ¿Por qué deberían apostar por tu compañía? ¿Qué representa tu organización? Identifica tu misión, visión y valores, y el porqué vale la pena decantarse por ti. Tú yo más real (y realista) será el encargado de atraer el mejor talento.
02 Comprendemos las necesidades de la empresa
Antes de enfocarte en los futuros trabajadores, ten presente cuáles son tus propias necesidades. Cuáles son los requisitos que buscas. Analiza tu situación actual para encarar los siguientes pasos. Según el tipo de estrategia que llevas a cabo para reclutar el mejor talento, encajarán contigo algunos perfiles más que otros.
03 Marcamos los objetivos
¿Qué quieres conseguir con el employer branding? Define los objetivos que marcarán tu estrategia. Piensa si quieres aumentar el número de candidatos que formarán parte de tu equipo, en cómo atraerás, motivarás y asegurarás la mejor experiencia -o cómo evitarás abandonos en las solicitudes-. Una meta a alcanzar es reducir costes del proceso de contratación: una buena valoración de tus empleados puede ahorrarte tiempo.
04 Realizamos un candidate journey
¿Cuál sería tu candidato perfecto? Si tienes una idea clara de a quién te diriges, podrás personalizar tu campaña de employer branding, con unos resultados mucho más eficientes. Traza un perfil detallado de esa persona que estés imaginando, como un buyer persona: qué características socioculturales cumple, cuáles son sus intereses, sus aspiraciones y frustraciones….
05 Optimizamos los canales
El último paso. Ya estás más cerca. Ahora solo falta el dónde. Piensa en los canales para reflejar tu estrategia de marca empleadora. ¿Dónde publicarás tu oferta? Escoge la opción que más se adapte a ti y a los objetivos fijados. Normalmente, los sitios web de las empresas y redes sociales como LinkedIn dan los mejores resultados. Aprovecha estas oportunidades y si el talento no llama a tu puerta, ve a por él.