Prosumers, algo de sopa y las tesis de McLuhan II

Publicado el 16/04/2010 - Actualizado al 14/02/2024

Retomando el post anterior, McLuhan afirma en el libro Comprender los medios de comunicación (1996) que los media operan a modo de “extensiones del ser humano” y que se puede vislumbrar un proceso por lograr una ‘remediación’, es decir, por alcanzar el objetivo de hacer a los medios los más semejantes al ser humano. A partir de la consideración de que el medio es el mensaje, acuñado proféticamente en la década de los 60 del siglo pasado, McLuhan subraya que los medios de comunicación transmiten por sí mismos más impacto que los mensajes que comunican. De este modo, lo relevante no es tanto lo que se dice, sino las consecuencias e implicaciones de emplear un medio de comunicación u otro.

En el caso de los prosumers es evidente: su universo es especialmente la blogosfera, un entorno autoreferencial, viral y de participación personal que relaciona estrechamente a personas y que condiciona claramente el impacto de iniciativas como la que llevó a cabo Abel Navas. La democratización de los medios es un importante paso en este sentido y tiene que ver con el modo en el que se accede a la realidad mediática. Los dos detonantes del caso de Pastas Gallo son dos sistemas de participación de los prosumidores: los blogs y la red menéame. Ambas herramientas son las que hacen posible la existencia de esta nueva figura, más allá de la existencia de determinados contenidos (que ya existían con anterioridad).

La forma en la que los individuos participan en estas redes configura una nueva realidad mediática en la que la audiencia abandona el tradicional rol pasivo y, ahora, intercambia su posición con los productores y creadores de contenidos gracias a que la ‘web participativa’ permite desarrollar, calificar, colaborar y distribuir contenido de Internet y personalizar las aplicaciones. La población más joven –que muchos autores definen como digital natives (pdf)– tiene en este sentido un papel fundamental por su deseo de compartir información, de crear y expresarse, y de aplicar nuevas funciones sociales, políticas y formativas resultado de la nueva ecología de medios. Estas personas pueden escribir y relacionarse con otras que sienten lo mismo –aunque sean intereses tan minoritarios como los que sin duda plantea Abel Navas–, un fenómeno que tiene poderosas consecuencias en lo político y en lo social.

Emergen, pues, nuevas propuestas de pensamiento político que responden a la democracia extrema y que potencian la participación. Los avances tecnológicos en la comunicación son los que hacen posible que los usuarios se involucren en los procesos de la creación de contenidos y en acontecimientos como el de Pastas Gallo y busquen semejantes en todo el mundo más allá del contacto físico directo. Su espacio –su ecología de medios– sufre una transformación radical que tiene y tendrá consecuencias en el modo de entender la relaciones entre contenidos, personas y tecnología.

En esta misma línea, Howard Rheingold afirma que intercambiar conocimiento con personas de todo el mundo en tiempo real “es más que algo novedoso, transforma fundamentalmente la forma de compartir conocimiento”.